En Occidente, el siglo XV es un período significativo en la historia de la impresión, cuando Johannes Gutenberg (c. 1398-1468) inventó la impresión con tipos metálicos móviles. Incluso después de haber inventado los tipos metálicos móviles, este orfebre alemán logró inventar un nuevo tipo de imprenta distinto del tipo utilizado en Oriente y, además, ideó el método de aleación de plomo, estaño y antimonio, el cual se mantuvo en uso hasta el siglo XX. También fue pionero en el método de producción de tintas de impresión. Basándose en estas innovaciones tecnológicas, la tecnología de impresión de Gutenberg se extendió por las principales ciudades europeas, promoviendo así un rápido crecimiento de la riqueza intelectual del continente. La cultura de la lectura de libros, que había quedado únicamente en manos de un reducido número de intelectuales, se difundió más ampliamente y contribuyó a sentar las bases para la libertad de ideas. Con la Reforma, el Renacimiento y los avances científicos, se implementó la educación universal para la alfabetización y la tecnología de impresión continuó desarrollándose durante los siglos XIX y XX. En cuanto a la distribución masiva de información, la tecnología de impresión de Gutenberg permitió que la información se produjera y difundiera en grandes volúmenes en Occidente, desempeñando de esta manera un papel crucial en la difusión de conocimientos. Se puede decir que la invención de los tipos metálicos móviles jugó un papel esencial en abrir la puerta a la modernidad en Occidente.

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